Los errores de decoración más comunes

La mejor parte de decorar, es que podemos sacar a relucir nuestras dotes artísticas y experimentar con colores, texturas, accesorios y muebles para conseguir acabados únicos y originales. A pesar de que una habitación es como un lienzo en el cual podemos plasmar nuestros gustos y preferencias, en algunas ocasiones el exceso de creatividad puede resultar un completo desastre. Entérate de cuáles son los errores de decoración más comunes para que salgas ilesa.

No probar la pintura. Es muy común comprar los cuñetes de pintura teniendo como referencia únicamente los catálogos o etiquetas de muestra, lo cual es un error ya que el color del catálogo jamás será igual al color original de la pintura. Lo ideal es que si te gusta una tonalidad, compres el contenedor más pequeño y lo pruebes en la pared que deseas pintar. Luego que esta seque y con luz natural podrás decidir si es de tu agrado.

Usar muchos estilos. Tu casa es una unidad, un todo en el que cada una de sus partes tiene que estar en armonía. No importa si tu estilo es minimalista, vintage u oriental, con tal que lo mantengas en toda la casa. Lo recomendable es elegir un solo estilo a la hora de decorar, pero si no te puedes decidir por uno solo, trata de elegir dos que se parezcan y se complementen, manteniendo algún elemento en común como los colores.

No pensar en la funcionalidad. Muchas veces a la hora de elegir muebles y otros accesorios nos dejamos guiar por su apariencia estética y no tanto por su funcionalidad. Lo ideal es optar por piezas que sean bonitas y duraderas, así como fáciles de mantener y limpiar. De nada sirve un mueble o unas cortinas con un lindo estampado si la tela lucirá sucia y desgastada por su uso al poco tiempo. Recuerda que las cosas que compres para la casa son para usarlas y no permanecerán intactas como en la exhibición de la tienda.

No desechar. Es probable que una amiga te haya obsequiado un feo souvenir que trajo de algún viaje y que por pena no te atreves a sacar de tu vista. Pues si no te gusta, sácalo, ya que el hecho de que sea regalado no te obliga a conservarlo. Por otro lado, si tienes guindado un cuadro en la pared desde hace 30 años porque tu abuelita te lo regaló o tu misma lo compraste en alguna oportunidad, pero te dejó de gustar, deja a un lado el sentimentalismo y sustitúyelo por uno que ahora vaya mas acorde a tu estilo. El cariño por tu abuelita no depende de la existencia del cuadro.

Comprar de más. Tu casa va en vías de parecer un museo y no queda un solo espacio libre donde poner algo, porque cada vez que sales te antojas de un adorno nuevo. Antes de comprar compulsivamente, piensa si es algo que tu casa necesita, si es la pieza que le dará el toque que le faltaba a tu habitación o si es simplemente un cachivache más que agarrará polvo en alguna esquina. El exceso de adornos no solo te dificultará la tarea de limpiar, sino que hará lucir el ambiente recargado y pesado.

Mezclar colores que no combinan. Es necesario que escojas colores que funcionen juntos y ofrezcan una gama con la que puedas jugar. De esta manera garantizarás que los accesorios, adornos y muebles combinarán y estarán en perfecta armonía e incluso que más adelante puedas cambiar la decoración del espacio con algunos toques de color. No todos tenemos el don de encontrar ese clic entre colores y formas, así que siempre es buena idea consultar con un experto.

No mantener el orden. Si tu casa está desordenada no importa cuánto tiempo ni dinero hayas invertido para decorarla, no se verá bien. Lo ideal es mantener el orden y la limpieza para que cada uno de los elementos de decoración presentes en tu casa puedan resaltar.

Comprar cosas que no sean de tu agrado. Así como la ropa, los muebles y accesorios de tu casa deben reflejar tu personalidad y estilo, además de ir acorde con tus gustos. Si no te gusta una pieza es mejor que ni te molestes en adquirirla solo por verla en buen precio o porque es la única que hay y la necesitas. Al cabo de un tiempo terminarás odiándola.Fuente: Fabiana Martínez