¿Porque el agua de mi piscina se pone verde?. Soluciones

 

El agua se pone verde cuando hay presencia de algas, poca cantidad de cloro y/o, aunque no es tan común, aparición de algunos metales que son dañinos para el cuerpo y que producen también este cambio en la coloración. 

 Adicional, este color verdoso hace que las superficies se vuelvan resbaladizas lo que puede ocasionar accidentes. 

 ¿De dónde provienen las algas?

 Las algas aparecen generalmente debido al agua lluvia y el aire y se alimentan de nuestras células y de los productos que usamos cuando estamos en la piscina: bloqueadores, cremas para el cabello, etc. Las algas crecen con facilidad si no se atacan con los productos adecuados.

 ¿Presencia de metales en el agua? 

 El cobre es uno de los metales que puede aparecer en el agua de la piscinas y que puede hacer que esta se ponga verde. Puede provenir del agua de lluvia, por el agua del grifo o producirse de forma natural por la corrosión originada por un bajo nivel de pH. Debes comprobar los niveles de metal en la piscina y este siempre debe ser cero, neutralizados el color verde del agua desaparece.

 ¿Cómo podemos eliminar el agua verde?

*Aumenta la dosis diaria de cloro. Ayuda a clarificar y limpiar el agua evitando la aparición de microorganismos que dañan el agua y producen infección.

* Realiza tratamiento de choque una vez al mes. Cepilla y aspira las paredes y el fondo de la piscina. *Comprueba el estado de funcionamiento del filtro y mantenlo limpio. Regula el pH entre 7,2 y 7,6 con un Elevador de pH o Disminuidor de pH Añade antialgas siempre que entre agua nueva a la piscina, de esta manera evitarás la aparición de algas en el agua que son las causantes principales del color verde. *Usa un floculante, es el químico encargado de clarificar y disolver las pequeñas partículas en suspensión que generan la suciedad del agua de las piscinas. 

Recuerda: El agua sin tratar es más propicia a crear algas. Ten todas las precauciones a la hora de aplicar químicos. Todos los químicos deben ser aplicados separadamente. No mezclarlos. Almacénalos en un lugar fresco y ventilado, en su envase original y con las etiquetas visibles. No los espongas a la luz solar o a fuentes térmicas y mantenlos alejados de sustancias inflamables.